ANTONIO JOSE URIBE ley de defensa social que entonces expedimos se cumpla inexorablemente, para la seguridad y la tran. quilidad de todos los asociados. Ahora bien: como la amenaza o el ataque contra la vidz, contra la propiedad, contra la libertad indi. vidual y contra la seguridad del Estado eambian de formas, así también los medios de defensa, emana. ciones del derecho supremo y del deber primordial de la conservación, tienen que cambiar, para repe.- ler eficazmente los peligros de dentro y de fuera contra la seguridad común, Esta es asímismo la base en que, en su principio virtual, se apoya el proyecto que estamos discutiendo. Por eso dije, en el discurso a que aludí al prin. cipió, que la mayoria conservadora del Senado, que sabe que debe prestar apoyo entusiástico y eficaz al Gobierno en la defensa de los derechos tutelares de la sociedad, no sólo votaría aquel proyecto, sino que declaraba desde entonces que si el comunismo, el socialismo, la revolución, en una palabra, desarro. llaban, hoy o mañana, en cualquier parte del país, uns actitud agresiva y amenazante como diez, el Gobierno y la opinión que lo acompaña opondrían una actitud de resistencia y represión como ciento, como mil, como diez mil, como cien mil, si fuere necesario, para sofrenar corn mano de hierro la anar- quia, que se insinúa por todas partes y que es hoy el peligro que mantiene alerta a los poderes públi. cos en todo el mundo. En efecto, el carácter capital del bolcheviquismo es su carácter internacional, “La IIT Internacional”: sa título, st programa, su acción denotan formal. mente una amenaza universal contra todos los Es-