LA DEFENSA SOCIAL siquiera ambición; es patriótica labor en obsequio del bien general; es generoso esfuerzo que brinda ton la honrosa satisfacción del deber cumplido. Vamos, pues, a defender a nuestro partido dentro de su espíritu tradicional de tendencias moderadas, tan opuesto a la anarquía como al régimen opresor, y que ama el orden en la misma medida que la li. bertad; de esa suerte habremos sido servidores de todas las agrupaciones políticas que en Colombia persiguen el mismo fin general que es nuestra meta. La permanencia del partido conservador en el po- der debe implicar, como hasta hoy, no sólo la con. solidación y el perfeccionamiento de las institucio. nes nacionales, ajustadas a un sistema de gobierno verdaderamente republicano y democrático, sino que debe además traducirse en el desarrollo económico e industrial del país, que asegure su progreso y su futura grandeza. Necesarios son los gobiernos vigo- rosos, cuya fuerza emane principalmente del concur. so que les preste la opinión pública, inclinada hoy incontrastablemente a confiar el ejercicio de los po. deres a hombres que por sus ideas y su conducta sean garantía eficaz de todo derecho; pero para que las instituciones sean verdaderamente provechosas, hay que fecundarlas con un plan bien meditado de reformas: administrativas, que, respondiendo a inté. reses generales, se pongan en práctica de manera paulatina pero sistemática. De aquí la necesidad cada vez más imperiosa de que la colectividad conserva- dora se esfuerce por llevar a las corporaciones pú.- blicas deliberantes, encargadas de dictar cualesquiera clases de normas a la comunidad, a ciudadanos que por sus capacidades e ilustración, por su tino y