XIV No responder debidamente y en una forma cual quiera á esta iniciativa de alto vuelo y poderoso al cance sería, en verdad, delito de lesa patria: todos debemos colaborar en ella. Nosotros, humildes obreros en esa empresa magna, sabiamente perfilada por el gobierno argentino, hemos hecho un libro de modesta factura intelectual, que ponemos sin egoísmos en manos de la juventud seco- lar, texto de estudio y de propaganda á la vez, que comprende el conocimiento de la República y todos los progresos realizados en las últimas épocas de su vida de libre y afortunada expansión comercial y po lítica. La necesidad de un libro de .geografía reclamado como imprescindible, preocupa á parte muy principal de los hombres que se dedican á la enseñanza de es te ramo, pero profesor alguno, á lo menos que sepa mos, ha dado cima á la obra. ¿Por qué? sencillamente, porque el acopio de datos é informaciones precisas, exigen una penosa labor; y ¿por qué no decirlo? por la glacial indiferencia de mu chos que, en parte muy principal, es causa de des aliento. Estas son, á nuestro juicio, las dificultades de ín dole científica. En cuanto á las de carácter económico, bastará enunciar que una obra de la importancia que reclama la Geografía de la República Argentina, tiene que ser muy vasta, de impresión costosa y de difícil venta. Esto nos ha determinado á suprimir las dos terceras partes de la obra que hoy damos á la pu-