— 519 — juy, cuya población vegeta con los limitados recursos del suelo, sin empujes, sin exportación, sin elementos de vida. La actividad inteligente y civilizadora del trabajador euro peo no se arriesga hasta aquellos lejanos parajes, porque no encuentra aplicación conveniente y remuneradora. «Creíase que el clima era la causa principal del retrai miento, pero no es así, porque hay en Salta y Jujuy va hes fértilísimos y saludables, dignos de la Suiza; hay, como en Bolivia y Perú, altiplanicies cuya altura sobre el nivel del mar entibia los calores estivales, haciéndolas más soportables que las llanuras de las provincias del Sud. El clima tropical de las partes más bajas, no es un obs táculo para el trabajo ni para el arraigo del extranjero; porque si así fuese, el Brasil no habría hecho todos los progresos que ha hecho en algunos puntos, ni podría as pirar á la transformación y al desarrollo de sus provin cias centrales y meridionales, como aspira con fundamento. «Es la carestía de los transportes lo que mantiene el estado de cosas actual, lo que retarda la transformación úe aquellas provincias. Cualquier producto para llegar á ia capital y á los centros de mayor consumo, necesita in vertir en fletes una suma igual ó mayor al valor del pro ducto mismo. El día que se encuentren los medios de abaratar los transportes, sea con canales, sea con tarifas reducidas, tomará vuelo la agricultura y contará la Re pública con productos que hoy son escasos ó se impor tan en grandes cantidades de los países limítrofes. Basta mtar las -naranjas y las bananas que podrían substituir á las del Brasil y Paraguay, las chirimoyas que se venden a precios demasiado elevados, el azúcar, el café y demás productos peculiares de las zonas situadas en la latitud en que se hallan aquellas provincias. «El suelo es, en buena parte, extremadamente fértil; valle de Cafayate y otros podrían constituir una re gion vinícola superior á la de Mendoza; la caña de azu- ( ‘ar da rendimientos muy superiores á los de Tucumán. Esto, sin contar las riquezas mineras, que son grandes, poro que no han salido todavía del periodo de los tan- te°s y de los ensayos. «No es fácil, sin duda, la solución del problema, porque distancias de los centros de consumo y de los puntos ho embarque son grandes efectivamente, y colocan á los Productores en condiciones desfavorables; pero habrá que hacer algo para asegurar la existencia y el progreso de fuellas provincias, porque de otro modo acabarán por